Tres venezolanos y un colombiano recibieron prisión preventiva por el delito de desaparición forzada luego de que ellos, presuntamente, participaron en el secuestro extorsivo de dos trabajadores, en el sur de Quito.

Según información del expediente al que EXTRA tuvo acceso, la tarde del 29 de septiembre, dos ciudadanos de origen venezolano fueron retenidos en contra de su voluntad cuando llegaban a sus domicilios en Guamaní.

Las cámaras de seguridad del sector captaron el momento en el que fueron sometidos y llevados con rumbo desconocido. Los criminales se movilizaban en un Chevrolet Spark y una motocicleta.

¿Qué se conoce de las víctimas?

En el informe consta que ese mismo día, un compañero de trabajo de las víctimas recibió llamadas de los secuestradores, quienes le pidieron 3.000 dólares para liberar a las víctimas, caso contrario aseguraron que los matarían.

El ciudadano hizo una transferencia de 500 dólares a la cuenta bancaria de una mujer y no hubo respuesta hasta el siguiente día. Del mismo número de celular, los criminales le enviaron una foto de las víctimas golpeadas y exigieron otros 3.000 dólares para su liberación. En esta ocasión el afectado solo pudo transferir 300 ‘latas’.

Investigación policial

Los allegados de los secuestrados no recibieron respuesta y decidieron denunciar el hecho el 2 de octubre. A los investigadores les entregaron los datos que tenían sobre el caso: grabaciones de las cámaras de seguridad, números de teléfono desde donde les extorsionaban, los mensajes que recibían y el número de la cuenta bancaria a la que hicieron las transferencias.

Con esta última información llegaron a la casa de Rosbely Mendoza, en Cochapamba, norte de Quito, quien sería la propietaria de la cuenta de banco. Cuando los agentes la abordaron ella les dijo: “Conozco la razón por la que ustedes están aquí, pero al que buscan está en Riobamba. Él es peligroso y se dedica a la usura”.

Los policías la detuvieron y se trasladaron hasta la dirección que Mendoza les indicó. En ese lugar aprehendieron a Ángel Salazar, quien les comentó que los sujetos que habían sido los responsables del secuestro viven en El Inca, en el norte de la capital.

Los investigadores llegaron a un conjunto donde ubicaron a Harinxzon Rattia. Este les dijo que su amigo no se encontraba en el domicilio porque trabajaba como repartidor en una motocicleta.

Tras realizar un operativo por el sector de Mastodontes encontraron a José Hernández y le decomisaron un arma de fuego que intentó esconderla en sus nalgas.

Atando cabos

Hernández es de nacionalidad colombiana y, según las investigaciones policiales, es primo de Rosbely Mendoza. Además, él junto a otros tres sujetos habrían participado en el robo de un ciudadano, la noche del 1 de octubre.

Un video que se volvió viral en redes sociales muestra a los delincuentes que permanecían dentro de un vehículo Spark y que atacaron a un joven que caminaba por ahí. Un patrullero circuló en ese preciso momento y los uniformados vieron la situación. Los pillos intentaron huir en el vehículo, pero los agentes lo impactaron para evitarlo.

Los ladrones descendieron y corrieron en distintas direcciones. Uno de ellos habría sido Hernández, quien disparó a uno de los policías para evitar que lo persiguiera. Otro, identificado como Elver Pirela, fue capturado y llevado ante las autoridades. El Spark en el que se movilizaban sería el mismo en el que llevaron secuestrados a los trabajadores.

Mendoza, Salazar, Rattia y Hernández fueron procesados por desaparición forzada y las víctimas todavía no han sido ubicadas hasta el cierre de esta edición. 

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!