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Ecuador

Tras las últimas muertes violentas ocurridas en Tungurahua los operativos se refuerzan aún más en Tungurahua entre policías y militares.Yadira Illescas

Tungurahua, el nuevo “botadero” de muertos de bandas criminales

En menos de una semana se registraron seis muertes violentas en Tungurahua. Cuatro de las víctimas habrían sido asesinadas en otras provincias.

Zonas oscuras, despobladas y rurales se han convertido en los escenarios escogidos por bandas criminales para arrojar cuerpos en Tungurahua.

Sitios que antes eran considerados tranquilos, hoy provocan temor entre los vecinos, que ya no se atreven a caminar solos o dejar que sus hijos transiten por esos caminos.

Uno de esos lugares es el sector de Cusúa, en la vía Cotaló-Penipe. El 16 de octubre, un pasajero que viajaba en un bus intercantonal se percató de tres cuerpos arrojados en la profundidad de una pendiente.

Cuando la Policía llegó al sitio, constató que las víctimas estaban maniatadas y con disparos en la cabeza. En esta antigua carretera, que unía Baños con Penipe, ya se habían registrado hechos similares: en septiembre de 2024 se encontraron dos hombres con disparos en la cabeza en la ruta Cusúa-Bilbao.

En el sector, donde antes solo se escuchaba el rugir del volcán Tungurahua, ahora los vecinos desconfían de cualquier vehículo extraño. La vía carece de iluminación y las viviendas son dispersas, habitadas principalmente por agricultores.

Otros hallazgos que alarman

Dos días después, el 18 de octubre, se halló otro cuerpo embalado a orillas del río Corazón, en la carretera Los Andes-Patate. El bombero Luis Zanipatín, de Patate, indicó que en más de 10 años de servicio nunca había presenciado algo similar.

“Está oscuro, la zona es desolada y propicia para que arrojen los cadáveres”, expresó.Cuatro días después, la Policía de la Subzona Tungurahua fue alertada sobre tres vehículos abandonados con caletas para droga en la vía U de Chamba, en Cotaló de Pelileo.

El coronel Jimmy Viteri, jefe de la Subzona, informó que todos estos casos estarían relacionados: “De acuerdo con los patrones de violencia, el armamento empleado y la ubicación de los cuerpos, creemos que fueron asesinados en otras provincias y luego arrojados en Tungurahua.

Es una estrategia para desviar las investigaciones y afectar la percepción de seguridad. Es el desplazamiento de la delincuencia organizada”, explicó. Las víctimas eran oriundas de Orellana, Lago Agrio, El Empalme, Quito y Sucumbíos.

Otras muertes que investigan

El 15 de octubre, en un parque del sur de Ambato, fue asesinado un hombre con seis disparos en la cabeza. Dos días antes había sobrevivido a un atentado y fue atendido en el Hospital Docente, pero pidió la alta voluntaria. El coronel Viteri confirmó que el hombre tenía antecedentes por consumo y expendio de drogas.

El lunes 20 de octubre, se encontró el cuerpo de alias “El Tuerto”, maniatado y con heridas de arma blanca y de fuego, en la vía a Las Viñas, otra ruta de tercer orden, oscura y desolada.

Aunque estos dos crímenes no estarían vinculados con los hallazgos de Cusúa y Patate, aseguró el coronel Viteri. Se presume que en el caso del hecho ocurrido en la ciudadela Simón Bolívar sería por presunta disputa de territorio por microtráfico; mientras que “El Tuerto” se dedicaba a alterar placas de vehículos robados y habría fallado en una entrega, lo que le costó la vida.

La gobernadora, Daniela Llerena, activó la mesa de seguridad tras una semana de muertes violentas en Tungurahua.Yadira Illescas

Gobernación y Municipio activan medidas de seguridad

Tras el repunte de muertes violentas —48 hasta octubre, frente a 38 en 2024— la gobernadora Gabriela Llerena convocó al Consejo de Seguridad Provincial y a los alcaldes para coordinar acciones conjuntas.

Se activó la mesa técnica de seguridad con participación de la Policía Nacional, Fuerzas Armadas, jefes políticos y alcaldes, para reforzar los patrullajes y mantener el orden ciudadano.

El coronel Viteri recalcó que las zonas donde se arrojan los cuerpos no cuentan con iluminación ni cámaras, lo que dificulta la presencia permanente de los uniformados. “Los policías redoblan esfuerzos, pero trabajamos con los recursos que tenemos para atender a la comunidad”, sostuvo.

El Concejo Cantonal de Ambato, por su parte, aprobó por unanimidad una resolución de exhorto al Gobierno Nacional para reforzar la seguridad y acelerar la implementación de un Plan Integral de Seguridad con enfoque preventivo, social y operativo.

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